Como ya sabéis, Halloween es mi fiesta favorita y tenía guardada esta receta desde hace un año así que creo que no hay momento mejor para publicar ¡este monstruosa (y deliciosa) receta!
Esta tarta la hice cuando mi sobrino Adrián cumplió su primer añito. Me encantan las versiones dulces del Monstruo de las Galletas, de hecho, hace un par de años hice para Halloween unos cupcakes con esta misma temática (AQUÍ tenéis la receta). Así que me pareció una tarta muy alegre y original para su primer cumple.
Al no estar cubierta con fondant, no es necesario que el bizcocho sea demasiado denso por lo que podéis usar vuestra receta favorita de bizcocho. Os dejo una de las mías, el bizcocho de yogur.
A simple vista puede parecer difícil pero ya veréis como con las indicaciones que os doy, ¡os parecerá pan comido!
Para hacer esta tarta necesitaréis:
-Bizcocho.
-Buttercream de queso crema.
-Fondant blanco y negro.
-Manga pastelera y la boquilla 233 de Wilton (o similar).
-Colorante en pasta comestible azul (yo he usado el Royal blue, de Wilton).
Mi parte favorita de las tartas es el relleno y la buttercream de queso crema es mi relleno favorito, es muy versátil, rico, se tiñe con facilidad y tiene muy buena consistencia.
Aquí tenéis mi receta de buttercream de queso crema.
225 g de queso crema (tipo philadelphia).
75 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
100 g de azúcar glass.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
Batimos bien la mantequilla usando unas varillas eléctricas. Incorporamos el azúcar glass poco a poco y seguimos batiendo durante unos minutos hasta que se integre todo bien. Al cabo de unos minutos batiendo veréis que la mezcla se vuelve más blanca. Añadimos entonces el queso crema y la esencia de vainilla y batimos unos minutos mñas.
Cuando tengamos una mezcla homogénea le añadimos el colorante en pasta, la metemos en la manga pastelera y ¡ya estamos listos para rellenar y decorar nuestra tarta!
¿Cómo decoramos la tarta?
En primer lugar ponemos en la base que vamos a usar para la tarta un poquito de buttercream y colocamos uno de los bizcochos o capas; añadimos una cucharada generosa de buttercream y lo extendemos para que no quede una capa muy gorda de buttercream, así no se desestabiliza la tarta.
Vamos rellenando todas las capas de nuestra tarta. Podéis rellenarla con buttercream sin teñir o teñido, lo que más os guste.
Después la cubrimos con una fina capa de buttercream. Esta capa no tiene que quedar perfecta ya que luego la vamos a cubrir con los “pelitos de buttercream”. Metemos a la nevera durante 15 o 20 minutos.
La sacamos de la nevera, metemos la buttercream teñida de azul en la manga pastelera con la boquilla 233 y comenzamos a ponerle el “pelo” a nuestra tarta.
Yo empecé de arriba a abajo pero os recomiendo que empecéis de abajo a arriba, así es más fácil colocar la buttercream en los laterales de la tarta.
¡Paciencia! Se tarda un poquito en cubrir toooooda la trata, pero el resultado merece la pena.
Una vez la hemos cubierto por completo, la guardamos en la nevera.
Para hacer los ojos y la boca usaremos fondant blanco y negro. Estiramos con un rodillo un trozo de fondant negro y recortaremos dos círculos pequeños que serán las pupilas, y medio círculo, que será la boca. Con el fondant blanco hacemos dos bolas, que serán los ojos.
Os recomiendo que coloquéis los ojos y la boca antes de servir la tarta, una vez la saquéis de la nevera, ya que el fondant en la nevera podría perder la forma y “sudar” debido a la humedad.
Una vez saquemos la tarta de la nevera le colocamos los ojitos y la boca y también podemos colocarle unas galletas alrededor a modo de decoración.
¡Y listo! Ya tenemos nuestra deliciosa tarta preparada para hincarle el diente.
¡No me digáis que no es adorablemente monstruosa!
¡Espero que os haya gustado y divertido la receta de hoy!
¡Feliz Halloween!
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